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CAPITULO XXI - Sugerencias Útiles

1. AYUDAS PARA MEMORIZAR VERSOS DE LAS ESCRITURAS

Le recomendamos que utilice tarjetas de archivo de 3x5, y que escriba el verso en un lado y la cita en el otro. De esta manera Ud. podrá repasar las citas para ver si se acuerda del verso correspondiente, y también podrá repasar los versos para ver si se acuerda de las citas de cada uno.

A medida que Ud. aprenda sus versos, trate de repetirlos tan fre­cuentemente como sea posible, así los implantará más firmemente en la memoria. Es un hecho bien conocido que cuando uno combina lectura, audición, y expresión con el proceso de enseñanza, automáticamente la habilidad de retención se ve progresivamente aumentada. Sólo el escuchar o leer no podrá proporcionarle la habilidad y efectividad en UTILIZAR su conocimiento. Ud. debe PRACTICAR. Bien se ha dicho que la "práctica hace la perfección."

Es una buena idea pasar revista periódica de los versos memorizados, aun de los que Ud. sienta que conoce muy bien. Si Ud. tiene las tarjetas de 3x5 al alcance de sus manos, Ud. puede hacer buen uso del tiempo que de otra manera se malgastaría … esperando un autobús, sentado en la peluquería, etc.

Ejercítese en saber los versos tan bien como para poder citarlos inmediatamente al oir la cita correspondiente, una porción del mismo, o algún tema de referencia que el verso podría contestar o tratar.

Logre la capacidad de citarlos casi sin ningún esfuerzo. De esta manera podrá citar un verso a la persona oyente a tiempo que su mente está libre para pensar en lo que deba decir inmediatamente después, o tratar de percibir la reacción del oyente a lo que Ud. le esté diciendo. La habilidad de poder hacer esto es de valor incalculable.

2. NO DISCUTA CON EL OYENTE

Ganar un argumento podría hacer que Ud. se sienta muy bien—hasta que se dé cuenta que al hacerlo podría resultar en que el ego de la per­sona se sienta tan herido que el discernimiento de la misma se vea menoscabado y no quiera confiar en Cristo como su Salvador.

Una de las razones por la cual tan pocas personas tienen un ministerio bien fructífero en ganar almas es que la mayoría son lisa y llanamente desconsideradas hacia los sentimientos de la persona a quien están testificando.

Es CIERTO que la persona perdida debe arrepentirse. DEBE cambiar su manera de pensar y llegar a ver que nada de aquello en que ha confiado (aparte de Cristo solamente, para su salvación) puede SALVARLE.

Cristo ES "EL camino, LA verdad, y LA vida." Y a medida que Ud. presente el plan de la salvación, la persona oyente descubrirá que ha estado equivocada en cuanto a sus ideas preconcebidas.

Es debido a esto que le recomendamos que SEA BONDADOSO. Ud. sabe muy bien lo mal que UD. se siente cuando UD. está equivocado con respecto a alguna cosa, por lo tanto recuerde que la persona perdida también tiene sentimientos, y tenga muchísimo cuidado de COMO Ud. le muestra la verdad del evangelio y el error de cualquier otra cosa.

(Por supuesto, esto no debiera jamás resultar en que Ud. transija en cuanto a la doctrina. Lo que recomendamos no es nada más que el uso del sentido común. Efesios 4:15 dice que hablemos "la VERDAD en AMOR." La una no excluye al otro. Debieran ir de la mano siempre.)

Si Ud. alguna vez ha estado en la posición de poder hablar a muchas personas y de llegar a enterarse de sus problemas, habrá descubierto entonces cuán desesperadamente solas y hambrientas de cariño y comprensión se hallan realmente casi todas las personas.

El ganador de almas que se dé cuenta de esto y que sea realmente bondadoso y considerado con los perdidos, no sólo ganará a muchas almas, sino que ganará amigos entrañables también.

3. USANDO LAS ILUSTRACIONES

A medida que Ud. lea a través de los Evangelios, no podrá evitar darse cuenta de las numerosas ilustraciones que nuestro Señor usaba con frecuencia. Las ilustraciones son muy valiosas en lograr que sus de­talles sean claros y comprensibles (al mismo tiempo que más interesantes) a la persona oyente. Si nos predisponemos a notar los diferentes detalles de las ilustraciones de Cristo y los aplicamos a nuestras ilustraciones, aumentaremos la efectividad de nuestro testimonio.

A continuación se dan explicaciones con respecto a los detalles ilustrativos:

A. Debieran ser acerca de temas familiares a la persona oyente.

B. Tanto como sea posible, debieran ser concretos, en vez de abstrac­tos, para que formen un cuadro en la mente de la persona.

C. Debieran ser concisos y lacónicos (al grano), y no llevar mucho tiempo. No permita que sus ilustraciones le exijan tantos detalles como para que usurpen el lugar apropiado de las Escrituras en su presentación. Siempre tenga en cuenta que sus ilustraciones son los medios para lograr una meta—arrojar luz adicional sobre las Escrituras — y no la meta en sí misma.

D. Nunca use ilustraciones de tonos sospechosos o de doble sentido. Esto ciertamente frustraría su propósito en hacer que la persona concentre sus pensamientos más en las Escrituras y en el Señor Jesucristo. Esto haría, en cambio, que la persona pensara cada vez menos en su mensaje.

E. Cuando Ud. utiliza una ilustración de un libro o de la vida de una persona, no lo cuente como si hubiera sucedido en su propia vida. Aunque los ejemplos que Ud. saque de su propia experiencia agreguen interés, no es necesario que Ud. se apropie de otros. Cuídese de no mentir acerca de sus ilustraciones.

4. MANTENGA UNA BUENA PRESENCIA

¿Acaso no esperaría Ud. que el representante de una compañía de seguros de vida se viera bien acicalado, limpio y agradablemente vestido? ¿Cuánto tiempo le parece que Ud. le prestaría atención a su charla de ventas si él estuviera mal vestido, sucio, y necesitara afeitarse?

¿Estaría un embajador de los EE. UU. de América representando adecuadamente a su país, al reunirse para discutir sobre asuntos impor­tantes con el embajador de un país comunista, si estuviera vistiendo un traje sin planchar, con manchas de grasa en la corbata, necesitara un corte de cabello y no usara desodorante?

¿Duraría mucho en su puesto la recepcionista de una compañía grande e importante si viniera a su trabajo y entrevistara a clientes con su cabello todo despeinado, el esmalte de sus uñas pelándose, parte de la última comida en sus dientes y el vestido arrugado?

¡ POR SUPUESTO QUE NO!

Como Cristianos, como Embajadores del Rey de Reyes, deseosos de influenciar a la gente para que reciban el don de la vida eterna, nosotros ciertamente debiéramos presentarnos tan limpios, acicalados, y atractivos como sea posible.

Cuando las actividades siguen un plan cuidadosamente trazado, no hay razón para que una persona no pueda tener un vestuario adecuado aunque no sea un millonario. Esto no significa que Ud. debe tener todas las últimas "novedades" de la moda, sino que Ud. debiera hacer todo esfuerzo para estar razonablemente vestido al estilo corriente de acuerdo con las personas a quienes Ud. piensa testificar.

Es absolutamente inexcusable irritar a las personas con "aroma corporal" o mal aliento. Los artículos que en la actualidad hay para combatirlos son demasiado accesibles para que Ud. sea ofensivo en estos aspectos. No hay sustituto para la higiene.

5. CUMPLIDOS SINCEROS

A menudo solamente una palabra de elogio ablandará de tal forma a una persona que después del mismo se sentirá menos tema y abierta al evangelio sin ofrecer más oposición.

Cuando Ud. le testifique a una persona brillante, hágale saber que Ud. sabe que ella es inteligente. Felicite, por ejemplo, a un abogado por sus capacidades, o a un gran médico por sus realizaciones. Y recuerde que Ud. no tiene que saber derecho para testificarle a un abogado, o medicina para testificarle a un doctor. El evangelio es el poder que Ud. debe usar. EXPRESE SU CONSENTIMIENTO

Cuando una persona tenga razón, esté de acuerdo con ella. Exprese su consentimiento con vehemencia siempre que sea posible. (Pero cuando Ud. deba expresar que no está de acuerdo, hágalo de la manera más afable que pueda. . . Puesto que ya se ha expresado que muchos Cristianos están "dispensacionalmente correctos, pero disposicionalmente equivocados." La Biblia dice, "Antes sed benignos unos con otros.")

7. USE LOS GESTOS MANUALES

Este método de asegurarse la atención del oyente para luego explicarle el evangelio está completamente ilustrado y desarrollado en el Capítulo Veintiuno. Esta es una de las cosas más efectivas que nosotros jamás hayamos descubierto para hacer que el evangelio sea claro y comprensible a los perdidos. ¡Utilícelo!

8. DEMASIADOS VERSOS

Debido a que amamos la Palabra de Dios y a causa de que hemos encontrado en ella muchos versos preciosos para nosotros, algunas veces, cuando estamos testificando, utilizamos tantos versos que el oyente se queda confundido. Cuando un verso aclara un punto, déjelo así. Si necesita otro verso, muy bien, busque otro y úselo. Pero por lo general, el problema con la persona oyente no es tanto la necesidad de muchos versos, sino más bien, la falta de comprensión o creencia en cuanto al verso que Ud. acaba de mostrarle.

9. EL USO DE PREGUNTAS

Aristóteles era famoso por su manera de enseñar haciendo preguntas a sus estudiantes. De esta manera, el estudiante podía reflexionar mejor en lo que el maestro estaba tratando de explicar que si escuchaba solamente un discurso. Esto también es cierto cuando testificamos. Si un verso dice, "todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Ud. podría preguntar: "¿Dice este verso, 'todo aquel que obra, se hace miembro de una iglesia, y paga el diezmo, tendrá vida eterna?'" y "¿Dice este verso que los que creen tendrán vida eterna hasta que comiencen a pecar otra vez?" Las preguntas le ayudarán a la persona oyente a pensar CON U D. acerca de las Escrituras.

10. DIGA LA VERDAD

Si le hacen una pregunta que Ud. no puede contestar en ese momento, no corneta una fanfarronada. . . Simplemente admita que no lo sabe y prometa buscar la respuesta y comunicarla al interesado en una fecha más adelante.

En su propia libreta de notas Ud. querrá mantener una lista de preguntas que encuentre difíciles de contestar, con sus correspondientes respuestas escritas, junto con explicaciones de pasajes Escriturales difíciles de explicar. Con el correr del tiempo y luego de cierta experi­encia, Ud. logrará mayor tranquilidad y dominio en contestar aun estas preguntas.

CUANDO EL OYENTE NO ENTIENDE LO QUE UD. ESTA DICIENDO

Si la persona oyente no se da cuenta de lo que Ud. está tratando de explicarle, en vez de inferir que es una "estúpida porque no entiende," ¿por qué no sugerirle que quizás Ud. no lo ha comunicado con suficiente claridad?

Esto le permitirá al oyente evitar de verse "desprestigiado" y Ud. podrá continuar comunicándole el mensaje del evangelio.

LOS "CRISTIANOS" DE AMERICA

Puesto que la mayoría de las personas en el continente americano piensan que son Cristianas, no es bueno que Ud. les pregunte si son Cris­tianos. Casi todos le van a contestar que "sí" aunque no sean salvos, y entonces Ud. tendrá que demostrarles que están equivocados antes de poder guiarlos al Señor.

En cambio, use preguntas como, "¿Qué piensa Ud. que debe hacer para poder ir al cielo?", o sino, "¿Sabe Ud. adónde irá cuando muera?" Las respuestas que ellos den a dichas preguntas le darán a Ud. una mejor idea de lo que tiene que decir para guiarlos al Señor.

APRENDIENDO DE LOS DEMAS

Si Ud. oye que su predicador da una buena ilustración . . . Si Ud. ve a otro ganador de almas hacer uso de un método particular mientras testifica. . . Si Ud. ve que alguien usa una frase particular que aumenta su efectividad en hacer que el evangelio sea más claro. . . No tenga miedo de hacer lo mismo.

Cuando otro fiel Cristiano usa una manera especial para guiar a las personas al Señor, trate de imitarlo. En 1 Corintios 4:16, el apóstol Pablo instó a sUs hijos en la fe a que siguieran su ejemplo Cristiano.

Lo importante no es quién originó esto o aquello. . . La cosa importante es hacer todo lo que podamos para que el mensaje de la salvación sea comprensible a los perdidos. Toda la gloria pertenece al Señor.

SUGERENCIAS PARA TESTIFICAR A LOS MIEMBROS DE LOS CULTOS

A. Ellos también son personas humanas. Trátelos como a cualquier otra persona que necesita la salvación. El evangelio es el poder de Dios para salvación de todo aquel que quiera creer (incluso los cultistas).

Trate de no demostrar "horror" si descubre que ellos creen en alguna cosa "extravagante."

A menudo la gente se siente atraída a un culto o religión falsa respondiendo al interés que los miembros de tal o cual grupo le han demostrado. Los Cristianos debiéramos mostrar un genuino amor y preocupación por las personas, y cuidarnos mucho de "hablar la verdad en amor."

Los discípulos de los cultos por lo general son bastante celosos en cuanto a sus creencias, y les encanta hablar. Déjelos que hablen. No sea torpe con ellos. Preste cuidadosa atención a lo que le digan para que cuando terminen de hablar Ud. pueda estar mejor equipado para ayudarles en la forma en que Ud. les presente el evangelio.

Recuerde que esta gente ha sido cegada por Satanás. "En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos . . ." (II Corintios 4:4). La entrada de la Palabra de Dios les dará la luz que necesitan (Salmo 119:130).

Cuídese de no desviarse hacia "asuntos secundarios" que no sean de beneficio para la salvación de la persona. Quédese en el punto de debate principal, el cual, en la mayoría de los casos, continuará siendo "gracia y obras."


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