Capitulo 20

CAPITULO XX - Entendiendo la Predestinación

DOCTRINA BIBLICA: "Dios es absolutamente soberano, y en SU soberanía, dio al hombre una libre voluntad para aceptar o rechazar la salvación que EL ha provisto. Es el deseo de Dios que todos se salven y que ninguno perezca. Dios conoce de antemano, pero no predetermina a que ningún hombre sea condenado. Dios permite que el destino de cada persona dependa de la elección de la misma." (Citado de la Declaración Doctrinal del Colegio Bíblico de Florida, punto 4.)

1 Timoteo 2:4 nos dice que Dios "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad." Dios no predetermina quién creerá y quién no creerá, sino que Dios ha predeterminado lo que les SUCEDERIA a los creyentes y a los incrédulos.

El padre que le pide al hijo que corte el césped puede haber predeterminado que si el hijo lo hace, él lo recompensará, y si el hijo no lo hace, él lo castigará. Dios nos explica la salvación de la misma manera: que la elección de nuestra salvación depende de nosotros, pero que EL ha predeterminado los resultados de nuestras elecciones.

Hechos 10:34, Efesios 6:9, Colosenses 3:25, Romanos 2:11, II Crónicas 19:17, todos destacan explícitamente que Dios no hace acepción de personas y no escoge a uno para sea salvo y a otro para que se pierda, sino que EL ama a todos por igual. Esto está ciertamente claro en Juan 3:16, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

II Tesalonicenses 2:13 dice, "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad." Nosotros somos hechos puros y santos mediante la santificación del Espíritu. Si buscamos "santificación" en la Concordancia de Strong. No. 37 en el Nuevo Testamento Griego, encontraremos que significa ser hechos "santos, puros, y sin culpas." Dios escogió que los que creen la verdad sean santificados por el Espíritu. ¡Pero Dios NO escogió a QUIENES creerían la verdad!

Efesios 1:4 está dirigido a los que han recibido a Cristo como Salvador personal y dice que Dios predeterminó que todos los CREYENTES que estén delante de EL sean santos y sin mancha. Los fatalistas creen que este verso está enseñando que Dios escoge a algunos para que sean salvos. Pero la epístola de Efesios en su totalidad está escrita para los que ya son salvos (Efesios 1:1), y el verso 4 específicamente dice que esto es a los que ya están "en él"—creyentes que están en Cristo. Efesios 1:13 nos dice que nosotros oímos la Palabra de verdad primero, y que creyendo luego, somos sellados con el Espíritu Santo.

Romanos 8:29 nos revela más acerca de la presciencia de Dios, "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." Algunos sacan a este verso del contexto y dicen que Dios escogió a algunos e hizo que fueran conformados a la imagen de SU Hijo. No se dan cuenta que Dios CONOCIA DE ANTEMANO a los que creerían, y predestinó a los CREYENTES para conformarlos a la imagen de SU Hijo. Dios no predeterminó QUIENES creerían. Sino que EL predeterminó qué sucedería con los que creyeran. I Pedro 1:2 también nos dice que nosotros somos escogidos según la presciencia de Dios en cuanto a quiénes creerían.

Dios posee una facultad que las personas carecen. EL puede ver el futuro. Esto quizás sea porque Dios es "eterno" y por lo tanto, está realmente viviendo en el futuro, así como también en el presente. Si
nosotros pudiéramos ver el futuro y saber exactamente las cosas que tendrán lugar, etc., entonces nosotros podríamos contar a la gente lo que sucedería en tiempos venideros. Esto no significa que nosotros HA R IAMOS que estas cosas sucedan, sino simplemente que nosotros SABR IAM OS lo que va a suceder.

Dios no "decide" quiénes van a ser salvos. Dios no "hace" creer a nadie. (Aunque EL quiere que todos sean salvos, y quiere que todos crean.) Pero, puesto que Dios puede ver el futuro, EL sabe quiénes van a creer y quiénes no van a creer. Mucho antes que nosotros naciéramos, Dios ya sabía que nosotros decidiríamos confiar en-Cristo como Salvador personal. Pero esta "presciencia" SUYA no nos motivó a que confiáramos en Cristo como nuestro Salvador.

En Mateo 23:37 encontramos que Cristo, al contemplar la ciudad de Jerusalén, dijo que muchas veces hubiera querido juntarlos pero que el pueblo no quiso recibirle. Dios no hizo que esa gente rechazara a Cristo. Por el contrario, es Dios que está deseoso de que ellos reciban a SU Hijo. Pero es la gente la que no quiere, de su propia voluntad y elección, aceptar a Cristo.

Nuestra salvación viene mediante NUESTRA PROPIA creencia. La Biblia está repleta de versículos Escriturales que destacan este punto. Romanos 1:16, "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que CREE. . ." I Corintios 1:21, "Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los CREYENTES por la locura de la predicación." Juan 3:18, "El que EN EL CREE, no es condenado; pero el que NO CREE, ya ha sido condenado, porque no ha CREIDO en el nombre del unigénito Hijo de Dios." Ver también:
Habacuc 2:4; Lucas 7:50; Mateo 15:28; Salmo 119:173; Judas vv.10, 16-19; Salmo 119:30; Génesis 6: 12; Isaías 29:13; Juan 17:8; Oseas 4:6; Isaías 55:1, etc.

II Pedro 3:9 dice, "El Señor .. . no queriendo que NINGUNO perezca, sino que TODOS procedan al arrepentimiento" (cambien de criterio).

Lucas 2:10—El ángel dice que las nuevas de gran gozo serían para TODO el pueblo, y no estarían limitadas a unos pocos.

LA POSICION DE LOS FATALISTAS: Muchos fatalistas enseñan que la fe es un don de Dios y que Dios tendría que "darles" fe a fin de que puedan creer. Pero DIOS da a cada uno la capacidad de creer (fe). El hombre puede ejercitar esta facultad en cualquiera dirección. La persona puede tener fe en Buda, Mahoma, o cualquier otro culto o secta … y por la definición de los fatalistas, esto sería una capacidad otorgada por Dios para creer (tener fe) así en Buda, etc., como también en Cristo. La fe que colocamos en el Señor Jesucristo para salvarnos PODRIA haber sido colocada en Mahoma. La ELECCION dependió de nosotros.

Algunos fatalistas usan la "Teoría del Letrero" en un esfuerzo por tomar declaraciones contradictorias y hacer que no parezcan contradictorias. Ellos colocan un letrero en el cielo, que dice: "El que quiera, venga." Pero una vez que se llega al cielo uno puede ver el reverso del letrero que dice, "escogidos en EL desde antes de la fundación del mundo." (Esto, por supuesto, es sólo una cita parcial de las Escrituras, y Ud. acaba de estudiar las respuestas a las mismas—la verdad es que los CREYENTES son escogidos para comparecer ante el Señor, santos y sin mancha algún día.) Los fatalistas dicen, "Nosotros no podemos entenderlo," y creen que el letrero lo explica todo. Sin embargo, la "teoría del letrero" no puede ser cierta, porque uno tendría que colocar el mismo letrero en el infierno de igual manera, que diga: "Todo aquel que rechaza a Cristo va al infierno," y al otro lado del letrero uno tendría que poner, "Escogidos para ir al infierno desde la fundación del mundo." El reverso de este letrero sería tan antiescritural como el reverso del otro letrero en el cielo.

EN CONCLUSION: "Porque TODO AQUEL que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Romanos 10:13).

Alabado sea el Señor que nuestro Dios es un Dios de amor, y que ofrece a todos esta invitación: "Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías 29:13). Salmo 107:9 nos dice, "Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta."

No existe ninguna persona que haya vivido sobre la faz de la tierra con la cual el Espíritu Santo no haya estado trabajando continuamente para mostrarle a dicha persona las verdades de Dios. En Juan 16:8 Cristo dice que el Espíritu Santo convence al mundo (a todos) de pecado, de justicia y de juicio. Ninguno podrá comparecer ante Dios y decir que no tuvo la oportunidad de oir la verdad. "Porque las cosas invisbles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que NO TIENEN EXCUSA" (Romanos 1:20). "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a TODOS LOS HOMBRES" (Tito 2:11).